La cirugía de reemplazo de cadera se realiza generalmente bajo anestesia regional (epidural o raquídea) o general, lo que significa que el paciente no sentirá dolor durante la intervención. El postoperatorio puede implicar cierto dolor o incomodidad, pero se maneja eficazmente con analgésicos y una correcta rehabilitación. Muchos pacientes reportan que el dolor postquirúrgico es significativamente menor en comparación con el dolor causado por la artrosis antes de la cirugía.

Sí, generalmente es necesario tomar una licencia laboral después de la cirugía de reemplazo de cadera. El tiempo de baja puede variar dependiendo de la naturaleza del trabajo y del proceso de recuperación individual, pero suele oscilar entre 6 a 12 semanas. Es crucial evitar actividades que puedan poner en riesgo la recuperación, como cargar pesos o movimientos que impliquen una alta demanda física.

La rehabilitación juega un papel fundamental en la recuperación después de una cirugía de reemplazo de cadera. Un programa de rehabilitación bien diseñado ayuda a recuperar la movilidad, fortalecer los músculos alrededor de la cadera y mejorar la estabilidad. La fisioterapia es esencial para asegurar que el paciente retome sus actividades diarias con mayor facilidad y minimice el riesgo de complicaciones postquirúrgicas.

Sí, la artrosis es una enfermedad degenerativa que puede afectar a múltiples articulaciones, no solo la cadera. Es común que los pacientes con artrosis de cadera también experimenten síntomas en otras articulaciones, como las rodilla, especialmente si existen factores de riesgo como el sobrepeso, la edad avanzada o antecedentes familiares de artrosis.